El dicho de que la belleza viene de adentro hacia afuera tiene más sentido de lo que piensas. En otras palabras, cuidar nuestro cuerpo trae beneficios visibles, como consumir vitaminas para la piel, que hidratan y nutren nuestro cuerpo literalmente de adentro hacia afuera.
Saber cuáles son estas vitaminas es esencial para el cuidado de la piel, porque las cremas y el cuidado de la piel por sí solos pueden no ser suficientes. El consumo de estos micronutrientes tiene un gran impacto en la piel, y la falta de ellos trae alteraciones visibles, como aumento de arrugas, líneas de expresión, acné y aspectos muy secos o muy grasos.
Las vitaminas encargadas de ayudar con el cuidado de la piel son: A, B2, B3, B5, B6, B7, C, D y E. Entre sus principales beneficios, las acciones antiinflamatorias, producción de colágeno, hidratación, nutrición y más. Conozca cada uno a continuación:
Vitaminas para la piel
Vitamina A
También llamada retinol, la vitamina A es importante para el proceso de formación y mantenimiento de la piel para mantenerla saludable. Su principal beneficio es su efecto rejuvenecedor, ya que actúa sobre la renovación celular, actuando contra la piel flácida. De esta forma, ayuda a destapar los poros, previniendo los puntos negros y combatiendo la grasa.
La vitamina A se encuentra en alimentos de origen vegetal y animal. Puede obtener estos micronutrientes consumiendo hígado, pescado, huevos, espinacas, papaya, mango, guayaba roja, calabaza, col rizada, espinaca, anacardo, zanahoria, fresa, col rizada, entre otros.
Vitamina B2
Importante renovador celular, la vitamina B2 no puede faltar en tu día a día, pues la falta de ella es uno de los motivos por los que la piel se reseca, además de ayudar en la aparición de dermatitis e inflamación. Esto se debe a que es uno de los responsables de ayudar con la circulación sanguínea, que aporta oxígeno a tu piel.
Como consecuencia de su uso, ayuda a tener una piel hidratada y más firme, combatiendo así los signos del envejecimiento. Las mayores fuentes de vitamina B2 son los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogur.
Vitamina B3
La vitamina B3 es un aliado importante para la piel que combate los puntos negros y las espinillas. De esta forma, equilibra la producción de sebo de las pieles grasas y aumenta la producción de ceramidas, garantizando la hidratación de las pieles secas. De todos modos, también facilita la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Las principales fuentes de este micronutriente son los huevos y los cereales.
Vitamina B5
Muy importante para prevenir el acné, la vitamina B5 es rica en propiedades antiinflamatorias, estimulando el proceso de regeneración natural de la piel. De esta forma, también ayuda a eliminar las imperfecciones provocadas por el acné. Otro gran beneficio es su profundo poder hidratante, que hace que la piel absorba rápidamente la humedad.
Entre los alimentos que tienen vitamina B5 se encuentran los cereales, semillas y legumbres, como pipas de girasol, salvado de trigo, soja cocida, frutos secos, cacahuetes, anacardos, frijoles negros, lentejas, guisantes y garbanzos.
Vitamina B6
Al igual que la vitamina B5, la vitamina B6 también estimula el proceso de regeneración de la piel a través de la renovación celular. Además tiene acción curativa y actúa sobre el sistema inmunológico del organismo. Finalmente, es posible encontrar el nutriente en alimentos como papas, plátanos, pechuga de pollo, semillas de girasol, salmón, atún y aguacate.
Biotina B7
Cacahuetes, avellanas, almendras, anacardos, salvado de trigo, salvado de avena, huevos cocidos y frutos secos. Estos alimentos tienen un nutriente en común: la biotina, más conocida como B7, que forma parte de las vitaminas B. Por tanto, este nutriente ayuda en la salud del cabello, uñas y piel. Actúa como coenzima en el metabolismo energético, es decir, es importante para diversas reacciones del organismo.
Vitamina C
La vitamina C es un poderoso antioxidante que tiene el poder de revertir los signos del envejecimiento cutáneo, reduciendo las arrugas y líneas de expresión, devolviendo la vitalidad y mejorando la firmeza. Además, ayuda a aclarar las imperfecciones de la piel y estimula la producción de colágeno.
Entre las principales fuentes de vitamina C se encuentran el brócoli, la col rizada, el pimiento amarillo, el anacardo, la guayaba, la papaya, el mango, la acerola, el kiwi, la naranja, el limón, la fresa, la piña, el perejil y la mandarina.
Vitamina D
La vitamina D, también conocida como calciferol, es una de las más importantes para el cuerpo humano, teniendo su proceso de producción a través de los rayos solares. A medida que los rayos UV entran en contacto con la piel, transforman el colesterol en vitamina D. Entre sus beneficios, la regeneración de la dermis y la epidermis, la estimulación de la cicatrización y reparación tisular, además de acelerar la recuperación de la barrera cutánea.
Vitamina e
También conocida como tocoferol, la vitamina E es un micronutriente liposoluble, un antioxidante que ayuda a prevenir el daño causado por los radicales libres, retardando el envejecimiento, previniendo el cáncer de piel, la diabetes y equilibrando los niveles de colesterol. Además, ayuda en la función muscular, el metabolismo hepático y el fortalecimiento del sistema inmunológico del cuerpo.
La vitamina E se puede encontrar en alimentos como semillas de girasol, maní, almendras y nueces, aceites de maíz y soja, germen de trigo, aceite de oliva, vegetales de hojas verdes, hígado, yema de huevo.
Fuentes: Lancome, Mi gota de océano, Mi vida, Uol, Uol.
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