Cuando se trata de la rutina del cuidado de la piel, hay un producto que no puede faltar: la mascarilla. Además de las diversas etapas del cuidado de la piel, que comienza con la limpieza, exfoliación, hidratación y protección solar, a veces la piel necesita un cuidado adicional. Así, la mascarilla se convierte en una parte esencial del cuidado de la piel.
La mascarilla facial es un producto que tiene una alta concentración de activos, proporcionando así una acción más profunda y duradera sobre la piel. De esta forma, estos productos cuentan con fórmulas específicas y concentradas para dejar la piel más hidratada, fresca, joven y bella. Todo esto desde la primera aplicación.
Hoy en día, existen muchos tipos diferentes de mascarillas faciales en el mercado, para cada tipo de piel y propósito. Posee una mascarilla que potencia la hidratación, también las hay con acción anti-envejecimiento, blanqueante, nutritiva, anti-acné entre muchas otras. Por eso, a la hora de elegir la mejor mascarilla facial es importante tener en cuenta tu tipo de piel y lo que necesita en este momento.
Por eso, hoy entenderemos mejor cómo funciona la mascarilla facial, los beneficios de este tratamiento para la piel, qué tipos de mascarilla y cómo se aplica el producto.
Mascarilla
Las mascarillas faciales no son más que tratamientos estéticos dirigidos a la salud de la piel. Por tanto, su función principal es promover una hidratación profunda, nutrir la piel y devolverle fuerza y elasticidad. Y debido a que son productos fáciles de aplicar y que brindan resultados inmediatos, se han vuelto muy populares.
Hoy en día es difícil encontrar una persona que nunca haya usado una mascarilla facial. Sin embargo, el uso de la mascarilla no excluye otros cuidados diarios de la piel, como el uso de crema hidratante y protector solar.
La mascarilla sirve más como un tratamiento revitalizante y potenciador para otros cuidados, tanto que conviene utilizarla una vez por semana, o según las necesidades de la piel, dos veces. Por tanto, es un tratamiento que aborda las más diversas necesidades de la piel.
Tipos de mascarilla facial
Con tantos tipos de piel con necesidades específicas, la industria ha invertido mucho en productos que abordan cada una de estas especificidades. Por lo tanto, existe una gran variedad de máscaras faciales en el mercado hoy en día. Por tanto, elegir el producto adecuado es fundamental para obtener el mejor resultado. Conozcamos los tipos de mascarillas faciales más habituales:
Lavable
Estos son los que exigen un lavado después del tiempo de acción. Son una gran opción para quienes buscan una hidratación profunda y duradera. Los resultados se notan inmediatamente después del lavado, teniendo una eficacia aún mayor cuando se incorporan a la rutina de cuidado de la piel semanalmente. Una de las mascarillas faciales lavables más utilizadas que destacan, son las de arcilla, que por su acción detox y propiedades antiinflamatorias ayudan en el tratamiento del acné.
Despegar
Las mascarillas despegables son aquellas que, tras su aplicación, dejan tiempo para que se seque y finalmente se eliminan enteras, eliminando todas las impurezas de la piel. Sin embargo, sus resultados no son tan profundos y duraderos, ya que al secarse el producto no transmite todos los activos a la piel. Pero aún ofrece una revitalización instantánea, además de ser muy práctica.
Hoja
Son máscaras que vienen en láminas desechables, elaboradas con fibras de tela que se amoldan a la forma del rostro. Son excelentes por tener una alta concentración de agentes revitalizantes, que promueven una acción instantánea sobre la piel. Este tipo de mascarilla, sin embargo, no está indicada para un tratamiento continuo, siendo más utilizada para quienes buscan una piel radiante y exuberante ante un evento u ocasión importante.
No removible
Como sugiere su nombre, no es necesario quitar estas máscaras después de la aplicación. Por lo general, forman parte de la categoría de tratamientos nocturnos, casi siempre en texturas de gel o emulsión fluida. Por tanto, al actuar sobre la piel durante más tiempo, ofrecen un mayor aprovechamiento de nutrientes, ya que la piel tendrá más tiempo para absorber el producto.
Beneficios de la mascarilla facial
Las mascarillas faciales tienen fórmulas especiales y concentradas, con activos que tienen como objetivo recuperar la vitalidad y salud de la piel. Así, entre los múltiples beneficios del uso habitual de este producto, podemos destacar la acción de hidratación profunda, desintoxicante, aclarante, nutritiva y rejuvenecedora. Además, mejora el aspecto y la luminosidad de la piel, reduciendo también los poros.
Sin embargo, la mayor ventaja de la mascarilla es su intensidad. Debido a su fórmula altamente concentrada, que permanece en contacto con la piel por más tiempo, este producto tiene una acción mucho más profunda y duradera que las cremas humectantes comunes.
Pero para tener todos estos beneficios, es importante elegir la mascarilla facial ideal para tu tipo de piel. Esto marcará la diferencia en el resultado del tratamiento. Además del tipo de piel, se deben tener en cuenta las necesidades de la piel, el estilo adecuado y el grupo de edad. Todo esto te ayudará a elegir el mejor producto para tu piel.
Por ejemplo, las personas que están expuestas al sol durante mucho tiempo, lo ideal es buscar una mascarilla facial que devuelva el frescor e hidratación de la piel. Para los mayores de 40 años, elegir una mascarilla facial con colágeno en la fórmula ayudará a mantener la piel más firme y joven durante más tiempo.
La aplicación
Sin embargo, incluso con tantos beneficios para la piel, la mascarilla no es de uso diario, precisamente porque tiene una fórmula muy concentrada. Por tanto, la recomendación es utilizar el producto una vez a la semana, un máximo de dos según las necesidades de la piel. Por ello, el resto de días lo ideal es mantener la rutina de cuidados como de costumbre, empezando por la limpieza, luego la hidratación y por último la protección solar.
Al aplicar la mascarilla es necesario tomar algunas precauciones básicas para obtener resultados aún más satisfactorios. En primer lugar, lávese bien las manos con agua y jabón suave, luego lávese la cara como de costumbre, con jabón facial o gel limpiador. Entonces, con la piel de la cara limpia, se debe aplicar la mascarilla facial.
La aplicación es muy sencilla, e independientemente del tipo de máscara el método es el mismo. Por tanto, basta con pasar una fina capa del producto por el rostro, para cubrir toda la piel y seguir las instrucciones. Normalmente, el tiempo de actuación del producto varía entre 15 y 20 minutos. En el caso de máscaras tipo hoja, moldear siguiendo la forma del rostro.
Pasado el período de acción determinado por el fabricante, enjuague su rostro con agua corriente para eliminar todo el producto. En el caso de la mascarilla de hoja y despegue, después de quitar la película, lávese bien la cara. Recordando que el uso de la mascarilla facial no es un sustituto del cuidado diario de la piel.
De todos modos, ¿qué te pareció este artículo? Si buscas mascarillas faciales, puedes encontrar estos y más productos en la tienda Piel de melocotón.